Infiltración criminal Acapulco es una de las ciudades más inseguras del mundo y se quedó sin policía: intervienen los militares
Fuerzas militares y estatales desarmaron toda la policía de Acapulco y quedaron al mando de la seguridad en esta ciudad turística mexicana del Pacífico, que es una de las más inseguras del mundo.
La medida se tomó por las sospechas de que grupos criminales se habían infiltrado entre los uniformados locales. 3 comandantes resultaron aprehendidos.
Según informó en las últimas horas el Grupo de Coordinación del estado sureño de Guerrero, en el operativo (terrestre y aéreo) participaron el Ejército, la Marina, la Policía Federal y la estatal y la fiscalía, que verificaron al personal, el armamento, chalecos, cartuchos y radios de comunicación. Todo el material quedó bajo resguardo de las autoridades.
Los 2 mandos operativos de la policía de Acapulco fueron detenidos por su probable responsabilidad en el delito de homicidio, mientras que el titular de la Secretaria de Seguridad Publica (SSP) Max Lorenzo Sedano quedó a disposición federal después de que se le encontraran armas no oficiales.
Max Lorenzo Sedano, detenido. (EFE)
“Los demás integrantes de esta corporación están sujetos a investigación”, agrega la nota informativa de las autoridades.
El portavoz de seguridad del estado, Roberto Álvarez Heredia, dijo que todos los agentes municipales serán evaluados y sometidos a exámenes de control de confianza mientras las fiscalías federal y estatal realizan las investigaciones correspondientes.
El desarme se debió al incremento de la violencia “y a la nula actuación de la policía municipal para enfrentar el fenómeno delictivo”, según el grupo.
La seguridad quedó a cargo de militares y federales. (AFP)
Este martes el gobierno de Estados Unidos publicó una alerta para recomendarles a sus ciudadanos que no viajen a Acapulco, donde los funcionarios estadounidenses directamente tienen prohibido ir.
En 2017 esta ciudad de 800.000 habitantes registró una tasa de 103 homicidios por cada 100.000 personas, una de las más altas del mundo.
El desarme de las policías locales se ha repetido en distintos puntos del país donde los cuerpos locales de seguridad habían sido infiltrados por el crimen organizado.
Tan solo en el estado de Guerrero han sido desarmadas policías locales de forma temporal en más de una docena de pueblos y ciudades desde 2014, incluida la capital Chilpancingo.
Se trata de una zona donde operan grupos delictivos que se dedican al robo, al secuestro, a la extorsión y a la droga: acá las bandas se disputan el territorio para el cultivo de amapola, materia prima para elaborar heroína.
La intervención no tiene fecha de vencimiento, por ahora. (EFE)
En el fronterizo estado de Tamaulipas, en el noreste del país y una de las regiones con mayor actividad del crimen organizado, han sido desmanteladas la gran mayoría de policías locales desde 2011 y grupos conjuntos del Estado y la federación se encargan de la seguridad.
Debido a sus bajos sueldos y la poca formación, las policías locales suelen ser principales objetivos a corromper por los cárteles para garantizarse impunidad.
En Guerrero, Tamaulipas y Coahuila, por ejemplo, investigaciones federales han demostrado la participación de agentes municipales en el secuestro o desaparición de personas.