El Comandante Stephen Bowen, el piloto Woody Hoburg (Estados Unidos), y los especialistas de misión Sultan Alneyadi (Emiratos Árabes Unidos) y Andrey Fedyaev (Rusia), regresaron a la Tierra amerizando en el Océano Atlántico, cerca de las costas de la ciudad de Jacksonville en Florida, poniendo así un punto final a una nueva misión de rotación a la Estación Espacial Internacional.
La cápsula Dragon Endeavour se desacopló de la Estación el día tres a las 7:05 am hora del Este y, luego de alejarse del laboratorio orbital y pasar menos de 24 horas en órbita, encendió sus motores Draco para disminuir su velocidad y con eso dejar que la gravedad de la Tierra haga el resto del trabajo, traerlos de regreso. En ese momento comenzó una de las etapas más peligrosas del todo vuelo al espacio, el regreso a la Tierra reingresando en nuestra atmósfera a velocidades que llegan a los 27.000 Km/hr.
Crew 6, o Tripulación 6, había despegado de la plataforma 39A del Centro Espacial Kennedy el pasado 2 de Marzo y, luego de acoplar, sus integrantes de convirtieron en miembros de la Expedición 69 a la Estación Espacial.
Gracias al advenimiento de la actividad comercial en el sector espacial, y de empresas como SpaceX, la NASA y sus socios pueden aprovechar al máximo la utilización científica de la Estación, que lleva más de 22 años con una presencia humana permanente.
Luego del retiro del programa del Taxi Espacial (Space Shuttle), en 2011, los Estados Unidos dependían de Rusia para poder lanzar tripulantes a la órbita baja de la Tierra.
Este escenario cambió cuando la Agencia Espacial de los Estados Unidos abrió el juego a que empresas comerciales puedan transportar, primero carga, y luego tripulación, hacia la Estación Espacial. Esto permitió que desde entonces, gracias a las naves Dragon, mayor cantidad de astronautas lleguen a trabajar a órbita, no sólo de la NASA, sino también de muchos otros países, como fue en este caso de los Emiratos Árabes Unidos, con Sultan Alneyadi como parte de la tripulación, quien se convirtió en el primer astronautas de su país en participar de una misión de larga duración.
Los astronautas que permanecen en la Estación Espacial por períodos de seis meses tienen una agresiva agenda llena de actividades, que van desde el mantenimiento permanente de la estación, hasta complejos experimentos científicos y actividades extra-vehiculares (EVA), o caminatas espaciales.
En el caso particular de Crew 6, los cuatro tripulantes se localizaron en experimentos que cubrían campos como:
-Física de fluidos
-Salud del cuerpo humano y sus efectos en microgravedad, como por ejemplo, cristalización de anticuerpos monoclonales. Mejorar el proceso de cristalización puede tener efectos importantes a la hora, no solo de reducir costos en la producción de medicamentos, sino también en facilitar su almacenamiento.
-Utilización a bordo de robots usando software desarrollado por estudiantes de diversas universidades.
-Instalación de nuevos paneles solares afuera de la Estación mediante caminatas espaciales
-Lanzamiento de nanosatélites utilizando el “airlock” de la empresa Nanoracks, entre ellos el Nanoracks-SC-ODIN, que permite monitorear tormentas de polvo en Argentina y Namibia.
Sultan Alneyadi tuvo además la intensa labor de estar en casi permanente contacto con instituciones educativas de su país, participando de transmisiones en vivo en donde participaban cientos de jóvenes que le hacían preguntas de todo tipo.
Días previos al regreso a la Tierra, la tripulación brindó una conferencia de prensa. Cuando Infobae le preguntó a Alneyadi si creía haber cumplido, al menos parte de su objetivo de inspirar a las nuevas generaciones en su país, aseguró:
“Absolutamente, yo vengo de una región donde los vuelos al espacio se interrumpieron por más de 30 años y ahora yo logro realizar una misión de larga duración, y sentí esa necesidad y obligación de explicar y responder la gran curiosidad que los jóvenes de mi país tienen sobre estos temas, haciéndolo de la forma más fácil y directa posible, mostrándoles, no sólo lo que hacemos a nivel científico, sino también cómo es la vida cotidiana en la Estación Espacial”.
Había llegado el momento del regreso, con los cuatro astronautas ya preparados en sus butacas dentro de la cápsula Dragon que realizaba su última órbita.
Con la secuencia de frenado detrás de ellos, ya no hubo vuelta atrás, el descenso en la atmósfera de nuestro planeta era inevitable.
Tanto la NASA como SpaceX anunciaron cual sería el trayecto final de la nave antes de amarizar en el Atlántico, cruzando el Golfo de México en dirección Noreste, atravesando el estado de la Florida desde la zona de Tampa hasta Jacksonville, con lo que muchos entusiastas y seguidores del programa espacial se prepararon para lo que sería un show que en la gran mayoría de las veces es muy difícil de ver si no se está en la posición correcta. Esta vez, casi todo el Estado de la Florida tuvo chance de ver el regreso de Crew 6.
Era el cuarto vuelo para la cápsula Endeavor, que había hecho su debut en la histórica misión DM-2 (vuelo de demostración 2), allá por el 2020, que significó el regreso de vuelos tripulados desde territorio de los Estados Unidos desde el 2011, cuando la NASA decidió poner punto final al programa del Space Shuttle o el Taxi Espacial. La situación hoy no solo es diferente, sino que la NASA además cuenta con un socio como SpaceX, que tiene la capacidad de reutilizar sus cápsulas.
52 minutos antes de amarizar, Endeavour encendió sus motores Draco para comenzar lo que se conoce como “de-orbit burn”, o encendido para salir de órbita. A los 36 minutos del “splashdown” o amarizaje, cerró su cono superior y se posicionó con su su “panza” —protegida por su escudo térmico— apuntando hacia la dirección donde viaja, y será el mismo escudo, compuesto de materiales ablativos, el encargado de disipar el calor que se produce con el choque a muy alta velocidad con el aire de la atmósfera.
Siempre la siguiente etapa del descenso es la más crítica de toda la secuencia, ya que Endeavour tiene que pasar de viajar de 27.000 km/hr a 0 en pocos minutos. Comienza su interacción con la atmósfera a 7Km/seg y la velocidad es tal que el aire que entra en contacto con el escudo térmico se comprime y se calienta. Lo hace de tal forma que la nave soporta temperaturas de hasta casi 2000°C, transformándose en un plasma que envuelve a la cápsula y deja una estela que desde la Tierra lo hace parecer a un meteorito cruzando el cielo. Todo un show que se disfruta aún más cuando el descenso es nocturno.
A solo cuatro minutos para el amarizaje, los paracaídas de frenado entraron en acción, ayudando a estabilizar y desacelerar a la cápsula y fueron estos mismos, a 3 minutos del contacto con el mar, los que desplegaron los cuatro paracaídas principales que hicieron que Endeavour tocara la superficie del Atlántico a tan solo 6 metros por segundo.
Endeavour amarizó con sus cuatro tripulantes a las 12:17 am del lunes 4 septiembre pasado y brindó un espectáculo único en los cielos del Golfo de México y la Florida.
Los astronautas se reunieron de inmediato con sus familias, luego de seis meses en órbita, mientras que Dragon Endeavor comenzó a prepararse para un nuevo desafío, llevar a otros cuatro tripulantes a la Estación Espacial el año que viene, cuando sea el turno de la misión Crew 8.
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