Mes: junio 2019

Manuel Belgrano, uno de los cuadros más lúcidos de nuestra revolución

Autor: Felipe Pigna

En estos días de tanta discusión y poco debate se hace necesario recurrir a aquellos que pensaron el país antes que nosotros. Recurrir al pensamiento de uno de nuestros padres fundadores, el primero que pensó económicamente estas tierras, a las que soñó distintas, prósperas y justas.

Se llamaba Manuel Belgrano y había nacido en Buenos Aires el 3 de junio de 1770. Estudió en el Colegio de San Carlos y luego en España, en las Universidades de Valladolid y Salamanca. Llegó a Europa en plena  Revolución Francesa y vivió intensamente el clima de ideas de la época.

Así pudo tomar contacto con las ideas de Rousseau, Voltaire, Adam Smith y al fisiócrata Quesnay.

Se interesó particularmente por la fisiocracia, que ponía el acento en la tierra como fuente de riqueza y por el liberalismo de Adam Smith, que había escrito allá por 1776 que “La riqueza de las Naciones” estaba fundamentalmente en el trabajo de sus habitantes, en la capacidad de transformar las materias primas en manufacturas. Belgrano pensó que ambas teorías eran complementarias en una tierra con tanta riqueza natural por explotar.

En 1794 regresó a Buenos Aires con el título de abogado y con el nombramiento  de Primer Secretario del Consulado, otorgado por el rey Carlos IV. El consulado era un organismo colonial dedicado a fomentar y controlar las actividades económicas. Desde ese puesto, Belgrano se propuso poner en práctica sus ideas. Había tomado clara conciencia de la importancia de fomentar la educación y capacitar a la gente para aprendiera oficios y pudiera aplicarlos en beneficio del país. Creó escuelas de dibujo técnico, de matemáticas y de náutica.

Las ideas innovadoras de Belgrano quedarán reflejadas en sus informes anuales del Consulado en los que tratará por todos los medios de fomentar la industria y modificar el modelo de producción vigente.

Desconfiaba de la riqueza fácil que prometía la ganadería porque daba trabajo a muy poca gente, no desarrolla a la inventiva, desalentaba el crecimiento de la población y concentraba la riqueza en pocas manos. Su obsesión era el fomento de la agricultura y la industria.

Daba consejos de utilidad práctica para el mejor rendimiento de la tierra recomendando que no se dejara la tierra en barbecho, pues “el verdadero descanso de ella es la mutación de producción”... Aconsejaba el sistema que se usaba en aquel tiempo en Alemania, que hacía de los curas párrocos verdaderos guías de los agricultores, realizando éstos, gracias a sus conocimientos, experimentos de verdadera utilidad, enseñándoles las prácticas más adelantadas.

Belgrano, el más católico de todos nuestros próceres, entendía que estas eran funciones esenciales de los curas que encuadraban dentro de su ministerio, “pues el mejor medio de socorrer la mendicidad y miseria es prevenirla y atenderla en su origen”.

El secretario del Consulado proponía proteger las artesanías e industrias locales subvencionándolas «un fondo con destino al labrador ya al tiempo de las siembras como al de la recolección de frutos». Porque «La importación de mercancías que impiden el consumo de las del país o que perjudican al progreso de sus manufacturas, lleva tras sí necesariamente la ruina de una nación».

Esta era, a su entender la única manera de evitar “ los grandes monopolios que se ejecutan en esta capital, por aquellos hombres que, desprendidos de todo amor hacia sus semejantes, sólo aspiran a su interés particular, o nada les importa el que la clase más útil al Estado, o como dicen los economistas, la clase productiva de la sociedad, viva en la miseria y desnudez que es consiguiente a estos procedimientos tan repugnantes a la naturaleza, y que la misma religión y las leyes detestan».

En Memoria al Consulado 1802 presentó todo un alegato industrialista: “Todas las naciones cultas se esmeran en que sus materias primas no salgan de sus estados a manufacturarse, y todo su empeño en conseguir, no sólo darles nueva forma, sino aun atraer las del extranjero para ejecutar lo mismo. Y después venderlas.”

En unos de sus últimos artículos en el Correo de Comercio, resaltaba la necesidad imperiosa de formar un sólido mercado interno, condición necesaria para una equitativa distribución de la riqueza: “El amor a la patria y nuestras obligaciones exigen de nosotros que dirijamos nuestros cuidados y erogaciones a los objetos importantes de la agricultura e industria por medio del comercio interno para enriquecerse, enriqueciendo a la patria porque mal puede ésta salir del estado de miseria si no se da valor a los objetos de cambio y por consiguiente, lejos de hablar de utilidades, no sólo ven sus capitales perdidos, sino aun el jornal que les corresponde. Sólo el comercio interno es capaz de proporcionar ese valor a los predichos objetos, aumentando los capitales y con ellos el fondo de la Nación, porque buscando y facilitando los medios de darles consumo, los mantiene en un precio ventajoso, así para el creador como para el consumidor, de que resulta el aumento de los trabajos útiles, en seguida la abundancia, la comodidad y la población como una consecuencia forzosa.”

Belgrano fue el primero por estos lares en proponer a fines del siglo XVIII una verdadera Reforma Agraria basada en la expropiación de las tierras baldías para entregarlas a los desposeídos: “es de necesidad poner los medios para que puedan entrar al orden de sociedad los que ahora casi se avergüenzan de presentarse a sus conciudadanos por su desnudez y miseria, y esto lo hemos de conseguir si se le dan propiedades ( …) que se podría obligar a la venta de los terrenos, que no se cultivan, al menos en una mitad, si en un tiempo dado no se hacían las plantaciones por los propietarios; y mucho más se les debería obligar a los que tienen sus tierras enteramente desocupadas, y están colinderas con nuestras poblaciones de campaña, cuyos habitadores están rodeados de grandes propietarios y no tienen  ni en común ni en particular ninguna de las gracias que les concede la ley, motivo porque no adelantan …».

Se trata como puede leerse de un pensamiento sabio, muy avanzado para la época, de una actualidad que asombra y admira, la de aquel hombre que se nos fue un 20 de junio de 1820 en medio de la indiferencia general, mientras en plena guerra civil Buenos Aires tenía tres gobernadores en un mismo día, aquel genial Manuel Belgrano que alcanzó a decir “Yo espero que los buenos ciudadanos de esta tierra trabajarán para remediar sus desgracias.

Fuente: www.elhistoriador.com.ar

Municipales de Zapala cobran un incremento del ítem de antigüedad

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Zapala.- La Asociación de trabajadores Municipales de Zapala (ATM) con mandato renovado de sus asambleas de los últimos dos años ha incrementado el ítem antigüedad en acuerdo firmado con el ejecutivo y acompañado en el proyecto con UPCN Y SOEMZ

El acuerdo prevé:

Incrementar la base de cálculo del ítem antigüedad de la categoria 21 a la categoria máxima hoy la 24.

Aumentar el porcentaje por año de antigüedad que en su rango máximo irá del 2% al 4% por año de antigüedad al cumplimentar todas las etapas del acuerdo

Adelantar el pago de la primera etapa que en acta acuerdo de marzo estaba prevista ser cobrada con haberes de junio a ser cobrada esta semana con los haberes de mayo

Sentarnos En Julio y en octubre a evaluar la segunda etapa del incremento

Ejemplo para un compañero con 25 años de antigüedad:

Hoy cobra $322,76 x año o sea $ 8069 + zona

Cobrará $717.60 x año o sea $17940 + zona al finalizar todo acuerdo

El Concejal Diego Villegas, avanza con el proyecto de ordenanza “Alcohol Cero”.

En Zapala quieren sumarse a la iniciativa que prohíbe que los conductores beban alcohol, como una estrategia para controlar su consumo. Por esto, un concejal presentó un proyecto de ordenanza de “alcohol cero” que esperan, será votado por mayoría esta semana.

La norma prevé duras sanciones económicas para quienes conduzcan en estado de ebriedad. “Se trata de un trabajo que contiene innumerables reuniones con personal de salud, seguridad y todos los estamentos involucrados en esta problemática. Sabemos que Zapala es la ciudad con mayor consumo de alcohol y drogas entre los jóvenes de toda la provincia y necesitamos empezar a revertir esta situación”, destacó el concejal Diego Villegas (MPN), quien viene trabajando desde hace más de un año en la propuestasa, sentenció.

Se les cruzó un caballo en plena ruta y el auto quedó destrozado

El hecho ocurrió en la ruta provincial 17, entre Plaza Huincul y Añelo. El conductor terminó con heridas de consideración.

Dos heridos, uno de ellos de consideración, fue el saldo de un violento accidente cuando un auto chocó contra un caballo en la ruta provincial 17. El siniestro, poco después de las 21 horas de este sábado, sucedió a 10 kilómetros de Plaza Huincul.

"El conductor -junto a una acompañante- iba hacia la zona de Añelo a buscar un familiar", comentaron a LMN las fuentes consultadas. El equino murió como consecuencia del accidente.

En el lugar trabajaron dos dotaciones de Bomberos Voluntarios de Huincul, que socorrieron al joven conductor que quedó atrapado entre los hierros del vehículo Gol Trend. En tanto, la mujer que lo acompañaba salió por sus propios medios, aunque también resultó lesionada.

También en el accidente colaboró Policía de Tránsito y personal médico del hospital.