Recortes salariales y precarización laboral en la Municipalidad de Zapala

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Se trata de 192 trabajadores precarizados por contrato que figuran como monotributistas. La reducción de sus salarios en más de un cuarto se debe a que el municipio de Zapala los obliga a reducir la cantidad de horas de trabajo.

Los trabajadores denuncian que sus ingresos se ven pulverizados, no pudiéndoles facturar a la patronal municipal en calidad de “prestador de servicio”, haciéndoles correr por cuenta propia las contribuciones y aportes a la seguridad social y elementos de protección personal, entre otras.

La crisis sanitaria y económica expuso una vez más la fragilidad laboral que tienen cientos de trabajadores y trabajadoras en la Municipalidad de Zapala, debido a las políticas sistemáticas de precarización laboral ejercidas durante años por los gobiernos locales.

Actualmente el ejecutivo se encuentra bajo la gestión de Carlos Koopman del Movimiento Popular Neuquino. Para precisar, antes de la cuarentena las y los trabajadores municipales precarizados monotributistas trabajaban 10 horas al día, de las cuales actualmente, por órdenes emanadas del ejecutivo, se les permite sostener 6 en el turno mañana, perdiendo las 4 horas restantes del turno tarde, descontándosele más de 7 mil pesos, pasando a percibir con ello una suma aproximada que ronda los $21.000. Un hachazo de más de un cuarto de sueldo.

Esto se da en un contexto con una economía global en gran recesión de ataques crecientes a los trabajadores y trabajadoras donde, según datos del Observatorio de Despidos durante la Pandemia, en la Argentina se registraron más de 4,7 millones de trabajadores y trabajadoras se vieron afectados por despidos, suspensiones y ataques al salario.

La suma de $21.000 resulta irrisoria e insuficiente teniendo en cuenta que ningún trabajador debería ganar menos de $66.000, según la junta interna de Ate Indec, para solventar una canasta básica que va en marcado aumento. Obligando a las y los monotributistas (muchos en edad avanzada para las exigencias del mercado) a recurrir a la solidaridad de vecinos o changuear en pos de la subsistencia.

Sostenemos que son trabajadores precarizados y precarizadas porque en realidad están bajo relación de dependencia y no son reconocidos como tal: son trabajadores contratados no registrados como relación de dependencia.

La dependencia laboral la tienen desde hace años con la patronal de “planta política” (que rota en función de los partidos o de las coaliciones de partidos del régimen que gobiernen) obligados/as a cumplir sus órdenes, muchas y muchos desde hace más de una década, facturándole a la misma institución. La Municipalidad dispone de sus tiempos y de los “costos” que se ahorran por no pagar ART, indemnización, aguinaldos, vacaciones, etc.

El monotributo significa que todas las contribuciones y aportes a la seguridad social van por cuenta del trabajador, cuando en realidad el empleador es quien está obligado a realizar una mayor parte de las contribuciones, en este caso no pagan nada. Esa doble carga a estos trabajadores es la que aumentó en enero el gobierno nacional en un 51%. Ni hablar de que en tiempos de coronavirus son los mismos trabajadores quienes deben autoabastecerse de los EPP (elementos de protección personal). Todos estos gastos requieren de sumas de pesos considerables.

A grandes rasgos y actualmente la Municipalidad de Zapala presentaría 883 trabajadores y trabajadoras en planta permanente (61%), 192 son los “monotributistas” (13,3%). A estos trabajadores y trabajadoras se le suman los de las “cooperativas” que están con un régimen de 5 horas, percibiendo aproximadamente la misma paga que los “monotributistas”; en este caso se centraliza la recepción de la paga en una persona que los distribuye, siendo esa persona únicamente la monotributista.

Actualmente existen 7 cooperativas de las cuales se sustentan 9 trabajadores y trabajadoras en cada una (4,4%); también se encargan de la limpieza de calles y están negados en derechos igual que los trabajadores precarizados “monotributistas”. Y más de 59 “contratados” (4,1%), que vale agregar que varias de estas personas vienen trabajando hace años también en el Estado Municipal y conviven permanentemente año a año con la renovación de sus contratos y la especulación política que genera esto, cuestión caprichosa al gobierno de turno.

Entre las y los trabajadores que integraban estos formatos vale la pena recordar a quienes en enero fueron despedidos y por el cual se mantiene todavía el conflicto abierto.

En la Planta Política actual se desenvuelven 249 personas (17,2 %). Conformando un universo de más de mil cuatrocientas personas. Es necesario señalar que es una práctica histórica de contratación de mano de obra barata que les permitió a los sucesivos gobiernos maniatar voluntades; tanto el actual gobierno del MPN, en coalición con Todos Juntos por el cambio y el “Socialismo” actualmente han sido actores implicados directamente y en complicidad, como así también los gobiernos del actual Frente de Todos, despidiendo cuando fueron gobierno y haciendo ingresar a “su” gente.

Resta observar hace cinco años atrás, en junio de 2015 cómo estaba conformada la Municipalidad para percatarse que la política de contratación fue una práctica sostenida que implicó, entre otras cuestiones, que a posteriori implicó la supresión y desaparición del formato “subsidiados” en remplazo por las “cooperativas”. En oposición aumentar en proporción y cantidad la Planta Política.

La Planta de Trabajadores y Trabajadoras en aquel entonces presentaba el siguiente esquema:

888 de planta permanente (60%), 315 “monotributistas” (21,4 %), 29 “contratados/as” (2%) y 24 “subsidiados” (1,6 %).

Mientras que 227 integraban la planta política (15 %), conformando un universo de 1481 personas.

Dos experiencias de organización contra la precarización y la importancia de un programa independiente

Dos experiencias señaladas, una pasada y otra presente, por sus trabajadores expresan importantes caminos. La primera se dio en el 2011 cuando las y los trabajadores precarizados (monotributistas y subsidiados) irrumpieron independientemente en la escena de la política zapalina en defensa de sus puestos y condiciones de trabajo. Uno de los trabajadores actuales de planta permanente, que accedió amablemente a conversar con La Izquierda Diario, relataba que por aquel entonces él era “un trabajador subsidiado con cuatro años encima dentro de la planta. Cobrábamos miserias y teníamos pésimas condiciones.”

Recuerda que la bronca estalla contra el gobierno de Edgardo Sapag (MPN) de aquel entonces, sobre todo entre los más antiguos de los precarizados, cuando contrata alrededor de 97 trabajadores de una empresa que automáticamente pasan a planta permanente, sintiendo un destrato profundo hacia aquellos que laburaban día a día y esperaban oportunidades durante años y años. Afirma que “nos alentaban desde el gobierno y los sindicatos a no levantar la voz, a no defender nuestros derechos, a no organizarnos”. Señala que al estar obturados de toda clase de posibilidad de reclamo en asambleas abiertas (cuestión que resulta reacia para las burocracias sindicales) y el rechazo que genera de parte de los sindicatos por no ser “oficialmente” trabajadores, es que decidieron comenzar a organizarse independientemente de los mismos; cuenta que se apoyaron alrededor del cuerpo de “delegados”, acumulando una fuerza de aproximadamente 300 personas en un inicio, aclarándonos que por aquel entonces él no era uno de ellos. Lo que hicieron fue juntarse y escucharse por fuera de los espacios patronales, decidiendo denunciar su situación y exponiendo sus demandas en los medios de comunicación exigiendo ser oídos por las autoridades municipales, cuestión que no lograban obtener. Hasta que cansados del destrato estatal luego de la respectiva asamblea, decidieron como medida de fuerza la toma del corralón.

A los pocos días en el inicio de una noticia del 31 de agosto en LM Neuquen decía: “El dirigente gremial de la Asociación de Trabajadores Municipales, Benjamín Contreras, confirmó que continúan las medidas de fuerza de monotributistas y subsidiados con toma del corralón y empleados de planta con retención de tareas en los edificios de la Municipalidad, Juzgado de Faltas y Ente Autárquico Municipal de Servicios Públicos (Eamsep).” Una vez allí decidieron buscar apoyo en los sindicatos, especialmente de los 4 que actúan en la municipalidad. Tanto ATE, UPCN como SOEMZ se negaron. A excepción de ATM. Recuerda este trabajador: “Ya estábamos ahí, eramos 70 personas, ya era “delegado”, con nuestras mochilas preparadas para quedarnos buscando defender nuestros derechos. Ni siquiera pedíamos el pase a planta directo, que sabíamos que era dificilísimo, peleábamos por estar bajo contrato, tener una obra social para nosotros y nuestras familias, una jubilación. Resistimos más de un mes, comenzando la toma desde fines de agosto. El sindicato toma el conflicto e inmediatamente intentan desalojarnos, pero al vernos rodeados de la solidaridad de la gente de Zapala y las agrupaciones sociales, no lo consiguieron. Aprendimos a defendernos a través de las asambleas creando las ‘comisiones de trabajo’ que creímos necesarias, como la de difusión, entre tantas otras, decididas y discutidas de conjunto.

Para ese momento Edgardo se está yendo y nos ofrecía migajas. Intervenimos también en el Consejo (Deliberante). Ya había perdido en las elecciones municipales de junio con Soledad (por la Diputada Provincial Martínez del actual Frente de Todos) que asumía en enero. Recuerdo que el sindicato (por ATM) nos decía que levantemos el conflicto que algo íbamos a ganar. Finalmente. Meses después de la toma del corralón vimos impuestas nuestras demandas siguiendo movilizados y movilizadas, eso fue clave sostenerlo hasta al final, porque promesas se hacen muchas en época de campaña presidencial. Fue así que luego de tres meses de prueba finalmente entramos a planta permanente. Si hubiese esperado una oportunidad quizás no la hubiera encontrado nunca. Se materializo a través de la organización”.

Consultado si quiere agregar algo más sostiene que “es importante organizarse independientemente de los sindicatos y que solo a través de la lucha hemos conquistado nuestros derechos, pero aún son insuficientes ante tanto atropello patronal que ejercen los gobiernos. Los sindicatos muchas veces actúan como barrera para avanzar en nuestras demandas, ya que los unen intereses políticos con los gobiernos de turno. Es importante remarcar que si uno no se organiza con sus propios compañeros, con su propia clase…que no te podes salvar solo, que va más allá de eso, que va en la dignidad por la vida y que mediante la organización es posible que de mínima defendamos lo conquistado”.

La segunda experiencia se denomina La Red conformada por trabajadores y trabajadoras de todo el país que laburan en condiciones precarias: gastronómicos, pasteleros, de comercio, de reparto, construcción, informales, etc. Ya son miles y La Red y sus intervenciones crecen. Hoy resulta ser lo más dinámico que se está dando en la clase trabajadora, independiente de los sindicatos e impulsada en Neuquén por la juventud trabajadora, se proponen crear una nueva y poderosa organización de los trabajadores en Argentina, para pelear por sus derechos, contra los despidos y las rebajas salariales y los permanentes ataques que padecen en los lugares de trabajo. La Red se construye democráticamente. El pasado martes intervinieron en la Legislatura Neuquina a propuesta del diputado obrero Andrés Blanco, del PTS en el Frente de Izquierda, para que en la Comisión de Asuntos Laborales, trabajadoras pudieran visibilizar la situación que están viviendo trabajadores y trabajadoras en condiciones precarias y como en este contexto de pandemia han padecido la vulneración de sus derechos traducidos en despidos, rebajas salariales y suspensiones.

Luego un trabajador señaló a este medio que “este fue sin dudas un paso más en la organización de los trabajadores precarizados, que nos ponemos en pie para pelear por trabajos con plenos derechos, contra los planes de las patronales que aprovecharon la pandemia para sacar el mayor provecho. Las conducciones de los sindicatos que votaron las rebajas salariales a espaldas de los trabajadores deberán dar explicaciones. Mientras tanto seguiremos organizándonos y peleando en las calles denunciando también el rol del Estado que no garantiza los derechos de les trabajadores”.

FUENTE

La Izquierda Diario

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