Con un vuelo a Jujuy, se reactivaron las operaciones aéreas

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El vuelo AR 1470, que despegó en medio de una lluvia por momentos torrencial, marcó el reinicio de los vuelos domésticos en el país, luego de ser suspendidos el 20 de marzo último debido a la pandemia del coronavirus.

El vuelo AR 1470 de Aerolíneas Argentinas que partió con destino a Jujuy marcó el reinicio de las operaciones aéreas regulares en el país, luego de que hubieran sido suspendidas desde el 20 de marzo último debido a las restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus.

El Boeing 737-800 despegó a las 5:30 desde el aeropuerto internacional de Ezeiza, en medio de una lluvia por momentos torrencial, con 80 pasajeros a bordo, entre los que se encontraba Télam, para aterrizar dos horas después en el aeropuerto Dr. Horacio Guzmán, en la ciudad de Perico.

La expectativa que despertó este primer paso hacia la reactivación paulatina de los vuelos domésticos se vio reflejada en la cantidad de pasajeros que desde muy temprano se hicieron presentes en la Terminal C del aeropuerto de Ezeiza, donde opera habitualmente Aerolíneas.

“Es necesario que cada pasajero cuente con la aplicación Cuidar o el permiso correspondiente, además de satisfacer los requisitos que pide cada provincia”ADRIÁN BRUGIAVINI -JEFE DE AEROPUERTO DE AEROLÍNEAS ARGENTINAS
El movimiento ya era importante a las 3:00 de la madrugada, con viajeros que cumplieron al pie de la letra la recomendación de arribar a la estación aérea con dos horas de anticipación para evitar aglomeraciones en los procesos de check-in y embarque.

“Éste es el primer día con cuatro vuelos y si bien nosotros hemos estado realizando vuelos especiales, es la primera vez, desde que se suspendieron los servicios por la pandemia, que tenemos tantos pasajeros y con tantos controles por realizar”, explicó Adrián Brugiavini, jefe de Aeropuerto de Aerolíneas Argentinas.

Detalló que “los requisitos son insoslayables y es necesario que cada pasajero cuente con la aplicación Cuidar o el permiso correspondiente, además de satisfacer los requisitos que pide cada provincia”. Y explicó: “Por eso, tanto los controles que nos corresponden como aerolíneas, como los que debe realizar la PSA (Policía de Seguridad Aeroportuaria), hacen un poco más lento todo el proceso”.

La mayoría de los pasajeros que abordaron el vuelo se trasladaban por cuestiones familiares.

La mayoría de los pasajeros que abordaron el vuelo se trasladaban por cuestiones familiares.
No obstante, el procedimiento del check-in se desarrolló con normalidad, aún cuando en ese trámite se congregaron, en determinado momento, dos vuelos, el que partió hacia Jujuy a las 5:30 y el que lo hizo hacia Mendoza, poco después de las 6:00.

Los pasajeros cumplimentaron los pasos ante los mostradores sin mayores aglomeraciones y con distanciamiento. Lo mismo ocurrió en los controles de equipaje por parte de la PSA.

Algunos pasajeros fueron incluso un poco más allá y viajaron con barbijos y máscaras plásticas cubriendo todo el rostro y, al menos tres de ellos, enfundados en trajes de color blando que abarcaban todo el cuerpo.

Ese fue el caso de Anahí, una joven de 27 años que llevaba sobre la ropa una especie de camisolín que la cubría desde el cuello hasta las piernas, tanto de frente como de espaldas y, además del barbijo, utilizaba una máscara y una cofia para el pelo.

“Pertenezco a una fuerza de seguridad y estoy en contacto con sectores de riesgo y como voy a visitar a mis padres que son mayores y uno de ellos con algunos problemas pulmonares, preferí cuidarme al máximo para evitar transferirles a ellos algún tipo de contagio”, explicó la joven.

Algunos pasajeros viajaron con máscaras plásticas y enfundados en trajes de color blando que abarcaban todo el cuerpo.

Algunos pasajeros viajaron con máscaras plásticas y enfundados en trajes de color blando que abarcaban todo el cuerpo.
La totalidad de los pasajeros que abordaron el vuelo, contaban con los permisos habilitantes pertinentes y, en la mayoría de los casos, se trasladaban por cuestiones familiares.

Rocío, por ejemplo, contó sin poder contener el llanto, que viajaba para reencontrarse con su esposo, después de ocho meses. “Mi marido es gendarme y le ofrecieron el traslado a Jujuy, algo que nos resultaba muy conveniente. Entonces él viajó y yo me quedé para terminar de organizar la situación de mi hijo, que se quedaba estudiando en Buenos Aires y me sorprendió la pandemia y ya no pude viajar”, explicó.

“No nos vemos hace ocho meses y si bien estuve a punto de viajar varias veces, siempre a último momento se cancelaba el vuelo y no podía ir. Por eso esta vez no le dije nada, así que va a ser toda una sorpresa mi llegada. Él estaba triste porque piensa que una vez más no pude viajar”, relató Rocío.

Similares características tenía la situación de Jésica, una joven madre que viajaba con sus dos hijas, de 12 y 6 años, Micaela e Isabela. “Estaba trabajando en el sur y decidí retornar a Jujuy, donde está toda mi familia, pero al llegar a Buenos Aires me topé con que, por la pandemia, no podía viajar, así que me tuve que quedar hasta ahora”, indica.

Las tres embarcaron presurosas y con mucha ansiedad. Micaela portando un vioilín, Isabela un peluche. “Es una eximia violinista”, argumentó la madre. “Me gusta mucho, toco desde los 6 años”, agregó Micaela.

La expectativa que despertó este primer vuelo se vio reflejada en la cantidad de pasajeros que se hicieron presentes.

La expectativa que despertó este primer vuelo se vio reflejada en la cantidad de pasajeros que se hicieron presentes.
En tanto, Sergio, un trabajador de una empresa mecánica que vive hace cinco años en Buenos Aires, viajó para visitar a su familia a la que no ve desde que se declaró la pandemia. “Tengo muchas ganas de compartir con ellos, aunque sea algunos días”, dijo esperanzado también en que la normalidad de los vuelos le permita viajar más seguido ahora.

El caso de Candela tiene como común denominador esa separación forzada que impuso la distancia por el aislamiento. “Mis padres están separados y yo vine a visitarlo a Buenos Aires y justo se declaró la pandemia, así que no pude volver. Recién ahora voy a poder regresar a Ledesma, donde están mi madre y mis hermanos”, contó.

“Hicimos todo lo posible para facilitarle las cosas al pasajero, pero siempre cumpliendo a rajatabla con todos los requisitos”MARIO RIBAS JORDAN – JEFE DE BASE DE AEROLÍNEAS EN JUJUY
En el aeropuerto de Jujuy el panorama era casi idéntico. Familiares en Buenos Aires, lejanía por la imposibilidad de viajar, angustia por las ausencias y un sentimiento de marcada ilusión por este retorno de los vuelos.

“Hicimos todo lo posible para facilitarle las cosas al pasajero, pero siempre cumpliendo a rajatabla con todos los requisitos. No hubo muchos problemas, pero tuvimos algunos pasajeros que no pudieron viajar porque no tenían la aplicación Cuidar. Y es que en el interior no está tan difundida entre la gente como ocurre en Buenos Aires”, detalló Mario Ribas Jordan, jefe de Base de Aerolíneas en la estación aérea jujeña.

“Para nosotros es todo un acontecimiento, pero no dejamos de tener en cuenta que antes de la pandemia teníamos cuatro vuelos diarios y hoy tendremos, espero, cuatro semanales”, se lamentó mientras acompañó al grupo de periodistas en su recorrida para volver a embarcar en el vuelo de regreso a Buenos Aires.

Boeing 737-800 despegó desde el aeropuerto internacional de Ezeiza con 80 pasajeros a bordo.

Boeing 737-800 despegó desde el aeropuerto internacional de Ezeiza con 80 pasajeros a bordo.

FUENTE TELAM

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