Sacó a relucir la chapa desde el vestuario y construyó una cómoda victoria sobre Estudiantes para dar la espera vuelta olímpica.

River sacó a relucir la chapa de campeón desde el vestuario. Desde el inicio salió a pasarlo por arriba a Estudiantes y al minuto de juego ya ganaba con un gol del goleador Lucas Beltrán, quien definió tras una gran habilitación de Leandro González Pirez, que luego de anticipar en ataque, hizo una jugada de galera y bastón para asistir al delantero cordobés.

El Monumental, vestido de fiesta para la ocasión, explotó. El campeonato estaba cada vez más cerca. Y si bien River pasó alguna zozobra con un par de ataques de Estudiantes, antes de los 20 minutos empezó a definir el partido a pura contundencia y con mucha voracidad. Nicolás De La Cruz inició una jugada con un cambio de frente que él mismo culminó con un remate fuerte de frente al arco.

Ahí se prolongó la fiesta. Los hinchas ya se sentían campeones. Y mucho más después que al llegar a la media hora, River convirtiera el tercero, el que llegó por un penal convertido por Esequiel Barco tras la falta de Sappa a Nacho Fernández, quien recibió un pase espectacular de De La Cruz.

Después del tercer tanto, River manejó la pelota y se floreó. Estudiantes empezó a correr detrás del balón y hubo alguna patada de más como la de Mancuso a De La Cruz. Para cuidar piernas, entonces, ya que a River se le vienen partios decisivos por la Copa Argentina y la Libertadores, Demichelis hizo cambios prematuramente en el segundo tiempo. Ingresaron Kranevitter, Solari, Palavecino, Borja y Rojas, jugadores que tuvieron participación en el torneo y salieron los históricos Enzo Pérez, Nacho Fernández y De La Cruz, el joven Beltrán, y González Pirez, todos ovacionados.

Al equipo de Núñez ni siquiera lo molestó el descuento de Mauro Méndez. El trabajo ya estaba hecho. River es campeón otra vez.

CLARIN

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