Drama en España: intentan rescatar a un nene de dos años que se cayó a un pozo de 110 metros
El agujero tiene sólo 25 centímetros de ancho. Yulen estaba paseando con su familia por un campo cuando ocurrió el accidente.
Más de 100 miembros de distintos equipos de rescate de España intentan rescatar este lunes a un nene de dos años y medio que se cayó el domingo al fondo de un pozo de prospección de aguaen Málaga mientras paseaba con su familia por el campo. Ese agujero es parte de un sistema de obtención de agua en una chacra privada del Cerro de la Corona, tiene 110 metros de profundidad y sólo 25 centímetros de ancho.
Los rescatistas sumaron un robot a la búsqueda porque la estrechez impide bajar por el orificio. Además, el pozo no fue encamisado (recubiertas las paredes), por lo que son factibles losdesprendimientos de tierra.
Este dispositivo se utiliza para inspeccionar tuberías y hallar anomalías en las redes de saneamiento. Gracias a su cámara, los bomberos hallaron el primer rastro del pequeño Yulen. Se trata de unas golosinas, encontradas a 70 metros de la superficie. Cuando el nene se cayó, las tenía en la mano.
Según informó la subdelegada del Gobierno, María Gámez, el operativo se centra en visualizar dónde se encuentra el nene, quehasta ahora no ha sido localizado en el pozo, y también intentan averiguar si hay agua en el fondo del agujero. Pese al consejo de las autoridades de que vayan a descansar, los padres del nene se mantienen firmes en el lugar de búsqueda, donde se montaron varias tiendas de campaña.Los equipos de trabajo lograron sacar 30 centímetros de arena del interior del pozo, aunque a 73 metros de la superficie se toparon con una “zona dura”, que complica las tareas. Esa obturación de arena húmeda posiblemente sea fruto de un desprendimiento. Los equipos de rescate temen ahí que se encuentre el menor.
“Si no creyéramos que puede seguir con vida, no estaríamos barajando todas estas opciones”, subrayaron fuentes de la Guardia Civil. Se refieren a las alternativas de búsqueda: realizar un pozo paralelo, de cien metros de profundidad y un metro y medio de ancho; la excavación a cielo abierto de la ladera hasta llegar al lugar donde se cree que está el nene; o utilizar una maquinaria potente que permita extraer la tierra que encontró en la cavidad a 73 metros de profundidad.
Los equipos de rescate analizan “todas las alternativas posibles para acceder, localizar y rescatarlo”, dijo Gámez. Una tarea que es “técnicamente muy complicada”, asegura. No se trata sólo de llegar hasta el fondo del pozo, sino de “conservar el hueco por el que se debe rescatar” al niño, por lo que no se desecha ninguna alternativa.
Por el momento, no se ha obtenido ninguna imagen que constate la presencia de Yulen.
En la tarde de domingo, el padre del pequeño y los servicios de emergencia avisaron a la Guardia Civil de que el niño había caído por el agujero, un orificio de prospección para la búsqueda de agua, ubicado en una finca privada en la sierra de Málaga.
En el despliegue participan Bomberos, Protección Civil y submarinistas y equipos especializados en rescate de la Guardia Civil, así como empresas privadas que están facilitando maquinaria para acelerar la búsqueda.
El robot, por ejemplo, fue suministrado por una empresa de limpieza. Se suele usar en tuberías de 15 o 20 centímetros de diámetro por las que se desplaza horizontalmente gracias a distintos juegos de ruedas, y en este caso se está usando sin el tractor, para reducir sus dimensiones y hacerlo descender por el pozo.
El dispositivo no graba, sino que proporciona “información actualizada” gracias a que cuenta con una cámara rotatoria panorámica con luces led.
Clarin