Alberto Fernández afrontó un 25 de Mayo signado por la distancia con Cristina Kirchner, el sermón de la Iglesia y el apoyo de los movimientos sociales
El detrás de escena de los festejos del presidente Alberto Fernández por el 212° aniversario del 25 de Mayo: su primer Tedeum y el mensaje de "paz y unidad" ante la guerra y la interna.
¡Viva la Patria! -no se escucha- otra vez: ¡Viva la Patria! insistió el arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, al culminar casi 20 minutos de homilía frente al presidente Alberto Fernández y todo su gabinete, y frente al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, ante quienes la Iglesia reclamó este 25 de mayo dejar de lado "las tensiones y enfrentamientos" y apostar al "diálogo" sin mencionar a nadie en particular de la clase política argentina. Al finalizar, pidió lo mismo 3 veces más, por si a alguien no le quedaba claro el mensaje.
Alberto Fernández escuchó el sermón de la Iglesia sentado solo, en el "púlpito", sillón dedicado especialmente a los jefes de Estado que piden el Tedeum, la homilía que dedica la iglesia católica para bendecir al país en estas fechas patrias.
Sin la presencia de la vicepresidenta Cristina Kirchner -que se limitó a enviar su propio mensaje a la distancia, a través de las redes sociales, el Presidente llegó a la Catedral metropolitana tal como estaba previsto, a las 11, después de compartir unos minutos con todo el gabinete nacional y demás funcionarios, un chocolate con pastelitos, churros y medialunas en el Salón de los Bustos que homenajean a todos los presidentes de la democracia, en el ingreso de la Casa Rosada.
Al hablar con los periodistas acreditados en la Casa de Gobierno, Fernández se refirió a la interna en el Frente de Todos y a la guerra en Ucrania, y pidió "paz" y "unidad más allá de lo que piense cada uno, la unidad depende de cada uno de nosotros y de la voluntad de dialogar".
Luego, Alberto Fernández caminó los 200 metros que separan a la Casa de Gobierno hasta la Catedral, a lo largo de la avenida de Mayo, vallada y rodeada de cientos de manifestantes de movimientos sociales alineados al Gobierno, como Movimiento Evita, Somos Barrios de Pie y el partido Parte, muchos llegados desde distintos lugares del conurbano bonaerense.
A la caminata se sumaron los ministros del gabinete encabezados por el canciller Santiago Cafiero, Interior, Wado De Pedro y el jefe de gabinete, Juan Manzur, todos en primera fila junto al presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, la tercera pata de la alianza de gobierno.
Todos, serios, escucharon el mismo reclamo de la Iglesia frente a como dijo Poli: "a todos los argentinos que hoy sienten arder su corazón" en la "tierra del pan donde falta el pan a tantas familias". Un irónico llamado al gobierno a terminar con las peleas políticas y trabajar para resolver el problema del hambre y el empobrecimiento de la gente en el país.
Alberto Fernández y las palabras del arzobispo Poli
Sin un mensaje directo del papa Francisco, como en otras oportunidades, el encargado de dar la postura de la Iglesia sobre la situación que atraviesa el país fue el arzobispo Mario Poli y una carta del secretario de Estado del Vaticano, que recibió el presidente Alberto Fernández horas antes de este 25 de mayo.
"Las del cardenal fueron palabras muy reflexivas que comparto y que valoro mucho', dijo el presidente Alberto Fernández, luego de asistir esta mañana al Tedeum que, en la Catedral Metropolitana, ofreció el Arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Poli, con motivo de la conmemoración del 212° aniversario de la Revolución de Mayo de 1810 y la conformación del primer gobierno patrio.
“Es un tiempo de reencuentro y no podemos darnos el permiso de someter a la humanidad a más daño y dificultades”, señaló el mandatario en declaraciones a la prensa.
Agregó, en forma de mensaje, que “la unidad depende de nosotros, es una decisión individual y no quiero que piensen como yo, pero lo primero es la gente”, a la vez que exhortó a “unir esfuerzos porque vivimos en un mundo muy conmocionado, convulsionado y dañado, con una humanidad que corre el riesgo de sufrir grandes hambrunas”.
Además, Fernández insistió que “es tiempo muy difícil ya que después de la pandemia, que tanto dolor nos trajo, nos somete una guerra cruenta que nadie hubiera querido y que tenemos que trabajar por la paz, algo que voy a seguir haciéndolo. Adonde vaya voy a pedir por la paz en el mundo”.
El presidente participó así, por primera vez, de un Tedeum en la Catedral metropolitana desde que llegó al poder en diciembre de 2019. Los dos 25 de mayo anteriores lo hizo en la intimidad de la residencia de Olivos, aislado por la pandemia.
El apoyo de los movimientos sociales a Alberto Fernández
Afuera, un millar de militantes miraba todo por pantallas gigantes en la Plaza de Mayo.
Esta vez, el presidente recorrió los 200 metros que separan la Casa Rosada de la Catedral, adonde descansan los restos del General San Martín, rodeado por cientos de militantes de movimientos sociales alineados a la Casa Rosada, que le gritaban "fuerza Alberto, adelante presidente". Otros también gritaron insultos.
Sin saludarse con el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, culminada la homilía, Alberto Fernández regresó caminando a la Casa Rosada, saludando a la gente por la Avenida de Mayo y posteriormente se dirigió junto al ministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta y los dirigentes del Movimiento Evita, Fernando "Chino" Navarro y Emilio Pérsico, a un barrio de Florencio Varela, donde lo esperaban con un típico locro para el almuerzo del 25 de mayo.