Femicidio en Buta Ranquil: “Él no la dejaba hablar con otros chicos y decía que la iba a matar”

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Así lo relató una adolescente mejor amiga de Carina Barros (15), la víctima del femicidio cometido el jueves.

En la audiencia de formulación de cargos contra Maicol Tapia, la fiscalía dio a conocer detalles de la violencia de género que sufría Carina Barros (15) a manos de su ex novio. Las declaraciones complican al joven, que niega haber cometido el femicidio.

Una de las testigos clave que complican a Tapia, principalmente porque tenía conocimiento de la violencia de género que sufría Carina incluso tras haber terminado la relación con el joven, es “M”, una adolescente mejor amiga de la víctima -cuyo nombre se resguarda por su corta edad-. Ella le contó a la fiscalía las amenazas de Maicol Tapia hacia Carina, que lamentablemente advertían de la posibilidad de un final así.

La testigo relató, según confió la fiscal Natalia Rivera, que el acusado “era celoso, no la dejaba hablar con otros chicos” y si lo hacía, la amenazaba con que “les iba a pegar y la iba a matar”. Los celos se extendían incluso a personas que Tapia sabía que solo eran amigos de la adolescente, al punto de que la testigo recordó un episodio puntual en el que agarró del cuello a uno de esos amigos al verlo con ella.

Además, la misma adolescente relató que la violencia también se había manifestado hacia Carina de manera física, recordando un episodio en que el presunto femicida “le dio una cachetada tras una discusión”. También indicó la existencia de un mensaje de texto, con fecha no especificada, en que el acusado la amenazaba con que la mataría.

A pesar de todo esto, Tapia insistía con que retomaran la relación, con que amaba a Carina, y a pesar de que la adolescente “lo bloqueó de todos lados, de Instagram, de WhatsApp”, el agresor “cambiaba su número” para poder seguir contactándola. Incluso la testigo declaró que la víctima le había confiado que el joven “se le apareció junto a su cama mientras ella dormía” durante el pasado mes de mayo y que solía meterse a su habitación “por la puerta o por la ventana”.

Todo esto que la testigo sabía lamentablemente no figura en ninguna denuncia porque Carina “tenía miedo” y no quería acudir a las autoridades.

La fiscalía secuestró ocho celulares que serán peritados y planea entrevistar a más testigos que permitan solidificar su acusación, aunque lo cierto es que solo este relato otorga un potencial móvil que complica la situación del imputado. Su advertencia sobre el incendio en el terreno de los Barros y el hecho de que admitió que caminaba esa madrugada por las chacras del sector, tampoco sirven a su favor.

El joven quedó acusado como autor del delito de homicidio triplemente calificado por alevosía, por el vínculo y por el contexto de violencia de género; y detenido por cuatro meses.

El defensor Diego Artigue no se opuso a la formulación de cargos, aunque sí adelantó que plantearán con el avance de la investigación una teoría contrapuesta que demostrará que Tapia no cometió ni participó del femicidio.

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