¿Que mueve a un grupo de amigos a juntarse un fin de semana, una  mañana de domingo de invierno y salir  por los caminos en moto  a recorrer parajes? Armando huellas por lugares inaccesibles, algunos de ellos muy jóvenes de apenas 16 años y otros, ya sexagenarios pero con el alma joven, a pesar del gran frio. Pues este ímpetu forja lazos, no solo de amistad sino también de solidaridad.

 Alguien alguna vez me dijo, que “a mis 40 y tantos, ya estaba viejo para la moto. Que pensara en bajarme porque estaba destinado al palo”. Yo lo mire un tanto  triste, no por mí  sino porque acababa de decir como se dice “una burrada” y pensé: “No sabe la libertad que se siente al estar sobre una moto”.

Todo comenzó por una invitación,  cada tanto soy convocado a alguna aventura.  Sino es a subir cerros, es hacer extensas caminatas por la nieve en lugares inhóspitos y después acampar en la fría estepa patagónica con cielos tan estrellados que te invita a soñar despierto.

En este caso el teléfono sonó un día en la redacción y detrás se escuche la vos de   Miguel Zuccarelli conocido vecino de la ciudad e integrante de la agrupacion motoquera  “Los Aventureros”.

“Amigo este fin de semana salimos en moto, vamos a recorrer unos 60 kilómetros ¿Te mando el mapa de GPS? ¿queres venir?. No dude en decir que sí . Como nueva experiencia, sirve y más si a esa experiencia le agregamos historias y fotos.

 Ante la invitación Miguel me explicó que la salida no solo se  trataba de un recorrido   por los caminos en moto y cuatriciclos.  Sino que se trataba de un gesto solidario,  que la agrupación siempre visitaba alguna escuela rural de  la provincia y  que al medio día de ese día la agrupación, al regreso de la travesía  pasaría  como punto final en la escuela 80 del Michacheo . No entendía bien en este punto. Porque no lo hacían más fácil e iban derecho al establecimiento y ya.

 ¿Porque dar tantas vueltas? si la escuela estaba a unos escasos kilómetros del ejido urbano. Pero esa pregunta me seria aclarada ese domingo.

El reloj marcaba las 7 de esa fría mañana del domingo  y me costaba salir de la cama. Me pegunte si valía la pana el esfuerzo, afuera la helada hizo su trabajo, dejando un paisaje blanco. El punto del encuentro seria en los semáforos de ruta 14 y 9  julio  a las 9 en punto de la mañana. Tenía 2 horas para preparar los  equipos fotográficos y la moto. ¿Y con este frio? me preguntaba, estos están locos.

Ya en el lugar  se encontraban los primeros motoqueros con sus máquinas, al presénteme les dije,  “soy el camarógrafo”.  Miguel  él de la invitación, ni señas daba,  aun no llegaba. En el grupo vi   una cara conocida, Gustavo Muldon quien con un saludo me  apretó fuerte la mano.  Ya jubilado de la cooperativa eléctrica, me explicó este es otro de mis pasatiempos, no me puedo a acostumbrar estar en la casa. Gustavo maneja un   potente    Cuatriciclo Polaris Sportsman 570 Fi y sirve de apoyo en las travesías llevando herramientas cámaras compresor y el equipo de primeros auxilio por si hace falta.

 Se empezaba  a despejar mis dudas, ya que de improvisados motoqueros, no tenían nada estos amigos del camino. Estaban bien pertrechados por si las dudas.

Los pilotos fueros arribando de a poco un total de 20. Casi a las 9.30  de la mañana llego  Miguel Zuccarelli junto  el Palo Sánchez, otro conocido amigo del camino amante de las motos.  Mientras esperábamos a los últimos tres  pilotos que   venían de Bajada del Agrio,  me invadió la curiosidad y le pregunte a el Palo Sánchez, sobre esta actividad solidaria un poco desconocida para la gran mayoría de los ciudadanos de Zápala, y que en forma silenciosa y sin propaganda,  la agrupación aventureros venían realizando, ya desde un par de años en forma filantrópica.

“La idea es llevarle una alegría a los chicos de los parajes que asisten a las escuelas rurales algunas veces  las donaciones van desde vestimenta, en otros casos alimentos, en el día del niño juguetes y en época de clases, guardapolvos y útiles,  en este caso le regalamos a los chicos de la escuela 80 del Michacheo una mesa de pin- pon . Los elementos para su construcción fueron  comprados con el aporte de todos los integrantes de la agrupación, la cual ya está instalada en la escuela,  donde compartiremos con los chicos una choriziada y patitas  de pollo. Después,  como ya tenemos acostumbrados los integrantes es brindar las motos para darles un paseo a los chicos que siempre están dispuestos a disfrutar de ellas y como al final de la tarde,  disfrutar de un rico chocolate.

La idea de la travesía es que cada vez que salimos recorremos largos kilómetros, la última vez fuimos a la escuela de Quilimalal  un total de casi 200 kilómetros. En este caso la travesía es más corta unos 60 kilómetros.  Yendo por la zona del cristo utilizando picadas y atravesar el campo hasta cerró Negro, saliendo por detrás del Mesa y regresando a Zápalo por la zona rural”.

Una vez consolidado el grupo, salimos así nuestro destino a pocos metros del  reconocido supermercado y por la ruta de Acceso Fortabat, el grupo giro hacía la izquierda, adentrándose en zona de chacras y a pocos kilómetros, el Paraje El Cristo donde el grupo espero a los más rezagados en los que me cuento ya que no conocía el camino bien. Para dejar en claro la ruta a transitar. Desde allí el panorama cambio  y el camino se transformó en  una sola huella, se volvió más técnico donde gran parte da la ruta te obliga a ir parado sobre los estribos para evitar el golpe seco  en la columna.

Entre cañadones y grietas el grupo avanza de apoco la aventura a comenzado detrás y cerrando la columna, el palo sanches cuida del ultimo, por  si se  produce alguna caída o alguna avería  o lo más común un pinchazo en alguna de las ruedas, para eso se cuenta con el parche liquido un spray que sella pinchadura y deja que el piloto pueda llegar a destino. Transitamos Lugares desconocidos para muchos y bellos a la vez,  la estepa patagónica jamás deja de impresionarme. Me pegunto porque aún no es aprovechada esta modalidad  como complemento turístico para nuestra localidad. 

Disfruto el día como mis compañeros,  el frio a cesado y casi no hay viento,  en el horizonte las montañas nevadas, el Cerro  Cancino domina el paisaje nevado en su totalidad da un marco bello a esa postal que pocos pueden ver.   A la derecha  el valle del covunco y al norte el Cerro Negro,  más allá el Mesa le dan un marco impresionante y emociona al alma la belleza de este lugar.

Cada tanto paramos para revisar cubiertas porque los alpatacos suelen dejar víctimas con sus espinas  filosas, las fotos y las risas, todos quieren llevarse un recuerdo con la cordillera de fondo, a pocos kilómetros de allí,  nos rencontramos con  el camino que lleva a Estancia la Patria  de Covunco Abajo, nos espera el vehículo de apoyo manejado por Hugo Sánchez

Desde allí una tranquera es la entrada al Cerro  Negro donde a poca distancia, se abren cañadones profundos  de colores ocres.  geología  de millones de años forjados a lluvia y viento donde antes el mar era el dueño y señor de estas tierras.

Nos adentramos en el paisaje,  luego me aparto del contingente  busco una elevación donde pueda  fotografiar al grupo mientras avanza  en estos lugares, muy pocos conocidos por los Zapalinos y si, por el trabajador rural en su mayoría crianceros.

 Esperamos junto a Hugo Sánchez, mientras tomamos unos mates que el grupo regrese de su recorrido. A lo lejos suben y bajan cerros se divierten como niños , el primero en llegar es   Miguel Zuccarelli quien sube a una barda para guiar al grupo de a uno. Las motos junto a los cuatriciclos  vienen llegando. Luego de reagruparnos nuevamente emprendemos el regreso, retomando una picada usada por equipos petroleros en una meseta y con la cordillera de fondo el grupo se toma las fotos con su bandera.  Estamos a escasos kilómetros de nuestro destino de fondo, ya se visualiza la ciudad de Zapala pero el recorrido tiene otra sorpresa. Ya que el grupo decide bajar por el viejo basurero reagruparse y dejarme ir primero, para estampar la foto del ingreso de los Aventureros a la escuela rural 80.

Al llegar los chicos esperan  a los amigos de la aventura a pocos kilómetros, se oye el rugir de los motores más de uno se emociona y veo caritas felices.  Las pilotos ingresan de a uno con sus motos, los chicos contentos saludan al contingente en una fila interminable, los chicos agradecen a los amigos del camino, la jornada no está aún por terminar a pesar  de la extenuante recorrida, aún queda fuerzas para compartir un almuerzo con los chicos y maestros.  Los alumnos recorren el parque viendo las máquinas y más de uno improvisa  un partido con la flamante mesa de pin pon  entre  estos maestros que días a día educan a estos pequeños. Está presente, la directora de la escuelita  Marcela Brizuela, quien nos  comenta estar agradecida con los integrantes y por la donación, “a pasar de que vivimos a escasos 5 kilómetros de la ciudad, aquí se vive  otra realidad, relata.  

“Todos los días los chicos  sufren al ingresar  a nuestra escuela, los caminos están llenos de barro y las lluvias, nos dejan casi aislados. Si bien, pedimos ayuda a vialidad, a la municipalidad y a las empresas que pueden darnos una mano estamos aún en gestión para poder solucionar ese inconveniente que nos deja la temporada estival de invierno.  El año pasado estuvimos tres semanas sin clases hasta que se pudo solucionar el problema. Este año estamos pasando casi lo mismo, por eso pido  a la gestión que corresponda para poder subsanar el problema del barro y que los chicos no tengan inconvenientes para asistir a la escuela. Tenemos un total de 100 alumnos de nivel inicial a séptimo grado una sección de cada grado, un total de 107 alumnos de  toda la localidad de Zapala. Comento Marcela Brizuela. Esperando que este pedido llegue a las autoridades que corresponda

Nos adentramos en el establecimiento para compartir el almuerzo con los chicos y de esta manera recobrar fuerzas, ya que el camino fue un tanto agotador.

en un breve acto se realizó le firma de donación de la mesa de pin pon la cual fue estrenada a los pocos minutos de la foto y las firmas, los chicos felices pudieron disfrutar de las motos, de a uno fueros subiendo en los cuatriciclos para dar algún paseo por el predio de la escuela 80,  aunque el camino dejo a varios de los pilotos agotados eso no impidió jugar con los chicos y pasearlos, las risas se fueron confundiendo entre los chicos y los pilotos hasta no distinguir quien se divertía mas si los pilotos o los chiquitos.

A lo lejos veo al palo Sánchez, y me deja un saludo con las manos.  No hace falta despedirnos, ya que dejó abierto esa nueva invitación a otra aventura tenía razón Miguel cuando me dijo que me divertiría pero aún más, hoy  me voy con el corazón lleno, ya que  creo haber sido parte de algo lindo que es la solidaridad entre amigos y sobre todo compartir y dar. Dar  esa última palabra que deberíamos poner más en práctica ente los Argentinos.

Nota realizada , noticiero TV COOP

Nota escrita y fotos: Darío Martínez

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