A pesar de las recomendaciones de expertos, un violador tendrá salidas laborales
Es Carlos Soñé, condenado por el abuso sexual seguido de muerte del hijo de 3 años de su pareja en Cutral Co en 2002.
Un Tribunal de Impugnación revocó el rechazo del juez Gustavo Ravizzoli y autorizó las salidas laborales del violador Carlos Soñé a pesar de que profesionales dieron cuenta de que el riesgo criminológico de reincidencia es alto. Ahora, comercializará, supuestamente, productos de electrónica a través de portales de compra-venta mediante una página web considera fantasma porque desde hace meses que no registra actividad.
Su empleadora es su actual pareja que vive en Centenario. Soñé acudirá a ese domicilio de lunes a sábados de 9 a 20 en un régimen de semi libertad, por lo que a la cárcel solo irá a dormir.
La bestia
El 31 de octubre de 2002, en el barrio Parque Industrial de Cutral Co, Carlos Soñé violó a Franco Alonso, el hijo de 3 años y medio de su pareja. Ese fue uno de los tantos abusos que le había realizado al pequeño a lo largo de un año, pero en esta ocasión le desencadenó un cuadro de peritonitis. Al niño lo dejaron tirado en su cama hasta que advirtieron que estaba muerto.
En el juicio realizado en 2004, se dejó probado que el día previo, Soñé golpeó salvajemente a Franco provocándole lesiones en la boca, rostro, tórax, abdomen y en los dedos de las manos. Luego, el 31, a pesar de que el chico estaba tirado solo en su cama, como solía pasar cada vez que Soñé lo atacaba, incluso mordiéndolo y quemándolo con cigarrillos, la Bestia lo volvería a violar. Franco se descompensó y lo tiraron en su cama donde agonizó en total soledad.
El pequeño murió esa noche. Sin mayores alternativa y tras varias horas de tratar de organizar una coartada, Soñé y su pareja, Patricia Alonso, acuden al hospital de Cutral Co con el niño muerto y aluden que había sido atacado por un perro. Los profesionales del hospital advirtieron las lesiones graves y la violación y notificaron a las autoridades.
Condena
Soñé fue condenado por “abuso sexual con penetración continuado, agravado por su condición de guardador en concurso real con abandono de persona agravado por el resultado muerte, en concurso real con lesiones leves continuadas”. Por esto le dictaron el 6 de mayo de 2004 una pena de 30 años de prisión que fue ratificada dos años después.
Por su parte, a su pareja y mamá de Franco, Patricia Alejandra Alonso, se la condenó a 16 años de prisión por el delito de “lesiones leves calificadas por el vínculo en concurso real con abandono de persona calificado por el resultado de muerte y el vínculo”. La pena la cumplió y lo único que se sabe que es ya no vive en la provincia.
El derrotero de los beneficios
A los quince años, en 2017, Soñé pidió el beneficio de salidas transitorias. Durante todos los años que estuvo preso no recibió tratamiento de parte del Gobierno que es el responsable en ese aspecto.
En las audiencias que se hicieron, los informes criminológicos le daban desfavorables y en medio de un escándalo que replicaron los medios nacionales, Soñé accedió al beneficio de las salidas transitorias. En la actualidad, tiene dos salidas por mes, con custodia policial a la casa de su actual pareja que vive en Centenario.
Solo irá a la cárcel a dormir
A principios de julio de este año, hubo una audiencia donde quedó demostrado que Soñé cumple con algunos requisitos previstos en los artículos 17 y 23 de la ley 24660, que son: tener conducta y concepto positivos, y ademas cumplir con el lapso previsto para obtener el beneficio de las salidas laborales. Estos aspectos los cumple perfectamente el violador condenado.
Lo que no le favorece, de hecho lo explicaron los especialistas del gabinete criminológico, son los informes probabilísticos de reincidencia que le dan alto.
Ya en la sentencia de 2004, había quedado plasmado en el informe del psiquiatra de Cámara que Carlos Soñé “es un psicópata perverso”.
Los últimos informes presentados por la dupla técnica, compuesta por una psicóloga y una trabajadora social, concluyen con un pronóstico de reincidencia alto. Soñé tiene poca capacidad de autocrítica, conducta autoindulgente, un discurso superficial, no reconoce la existencia del daño causado con el delito, tiene altos niveles de egocentrismo y rasgos de conducta impulsiva. Por lo que se concluye con un diagnóstico desfavorable para las salidas.
De hecho, la defensa explicó que Soñé estaba viendo, desde hace 4 meses, a un psicólogo en una clínica privada de Neuquén, pero incluso este profesional advirtió que el condenado no tenía autocrítica y que en las sesiones solo hace catarsis, pero no se han producido avances.
Esto lo valoró el juez Gustavo Ravizzoli quien terminó rechazando las salidas laborales. De todas formas los defensores del condenado llevaron la causa a Impugnación y el viernes el tribunal terminó aprobando, contra todos los pronósticos, las salidas laborales de Soñé.
Ahora, el violador tendrá un régimen de semi-libertad donde saldrá de lunes a sábados de 9 a 20 irá al domicilio de su pareja en Centenario donde comercializará productos electrónicos en portales de compra-venta por internet y a través de una página web “fantasma” ya que desde hace meses no registra movimientos.
Fuente La Mañana del Neuquen