En Nagasaki, el papa Francisco dejó un dramático mensaje contra las armas nucleares
Gira oficial
El sumo pontífice rechazó la teoría de disuasión nuclear: es una “falsa seguridad sustentada por una mentalidad de miedo y desconfianza”.
El papa Francisco condenó en Nagasaki, Japón, el “horror indescriptible” sufrido por las víctimas de la bomba atómica lanzada sobre esa ciudad en 1945, y denunció la disuasión nuclear como una “falsa seguridad”.
El pontífice argentino, que llegó el domingo por la mañana (hora local) a la isla de Kyushu, donde se encuentra la ciudad de Nagasaki, rezó en silencio frente al monumento instalado en el lugar de impacto de una bomba atómica.
Francisco mencionó el “indescriptible horror experimentado en su propia carne por las víctimas y sus familias” en Nagasaki, donde una bomba estadounidense lanzada el 9 de agosto de 1945 mató a unas 74.000 personas en el instante y en los meses siguientes.
El Papa también debe visitar Hiroshima este domingo, donde apenas tres días antes de la catástrofe en Nagasaki se había arrojado otra bomba nuclear, que mató unas 140.000 personas.
Los dos bombardeos precipitaron la rendición de Japón el 15 de agosto de 1945 y el final de la Segunda Guerra Mundial.
“La posesión de armas nucleares y de otras armas de destrucción masiva no son la respuesta más acertada” a la aspiración de paz y estabilidad, alegó el Papa.
“Nuestro mundo vive la perversa dicotomía de querer defender y garantizar la estabilidad y la paz en base a una falsa seguridad sustentada por una mentalidad de miedo y desconfianza, que termina por envenenar las relaciones entre pueblos e impedir todo posible diálogo”, señaló.
Ante las Naciones Unidas en 1982 Juan Pablo II llegó a definir la disuasión nuclear como un mal necesario “en las condiciones actuales”.
La Santa Sede ratificó el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares en 2017. Pero hace dos años, en un simposio en el Vaticano, Francisco ya había condenado la “posesión” de armas nucleares y la “amenaza de su uso”.
Para el pontífice, las relaciones internacionales no pueden estar dominadas por la intimidación militar.
Por eso, es necesario construir “una confianza mutua que rompa la dinámica de desconfianza actualmente prevaleciente”, insistió en Nagasaki, en un discurso acompañado por algunos sobrevivientes del bombardeo.
Este domingo Francisco también saludó a la familia del autor de una foto tomada en Nagasaki en 1945, que muestra a un niño japonés con su hermano muerto en la espalda, fotografía que en el pasado el propio Papa ya había distribuido, con el mensaje “El fruto de la guerra”.
FUENTE D&N