A sangre fría y en tres segundos. Así fue el ataque de un sicario a un playero al que acribilló en Rosario
Una de las cámaras de seguridad de la estación de servicio grabó la secuencia criminal que ocurrió a las 23.42 de ayer sábado
A sangre fría y en solo tres segundos, un sicario mató de tres disparos a Bruno Bussanich el joven playero que tenía 25 años y murió ayer, cerca de la medianoche, en su lugar de trabajo en una estación de servicio Puma en la zona oeste de Rosario.
Una de las cámaras de seguridad de la estación de servicio grabó la secuencia criminal que ocurrió a las 23.42 de ayer sábado y que desató una ola de temor en la población de Rosario que sufría el cuarto ataque narco a personas inocentes en solo cinco días.
En el video se ve a la víctima dentro de la cabina, sentado y al percibir la presencia del sicario que le apunta con el arma, se levanta, intenta ir hacia atrás, pero no tiene lugar por donde escaparse. En pocos segundos, el asesino, que estaba vestido de bermudas y lleva una campera con capucha que impide ver su rostro, lo ejecuta y huye corriendo a toda velocidad.
El otro video, el de la cámara de seguridad dentro de la cabina y que cuenta con audio, muestra a la víctima cómo está organizando unos tickets y dinero mientras silba una canción. En ese instante, entra el sicario y ejecuta una ráfaga letal de tres disparos.
Horas antes de que se ponga en marcha el comité de crisis, que encabezarán el gobernador de Santa Fe Maximiliano Pullaro y la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, las amenazas contra el mandatario provincial y este nuevo crimen se inscriben en una demostración de fuerza de los grupos narco que operan desde las cárceles de la provincia, que con sangre, pretenden moldear las políticas de Estado dentro de los penales.
La firma de la nota que el sicario dejó tras matar este sábado a la noche a Bussanich, decía “Zona norte, sur y oeste. Unidos”. Aunque todavía no hay una certeza sobre quién puede estar detrás de estas maniobras “terroristas” –como coinciden en encuadrar los hechos Pullaro y Bullrich- ese mensaje siembra la hipótesis de que varias bandas criminales se podrían haber unido para enfrentar las políticas de mayor rigor y restricciones en las cárceles. Esa es una versión que manejan en los despachos oficiales.
Horas después del crimen de Bussanich la policía encontró un auto incendiado, que se habría utilizado en el crimen. Es un Fiat Duna, un modelo que varios testigos apuntan que llevó al sicario para matar al empleado de la estación de servicio Puma.
La elección de ese blanco no es casual. Es fruto de una planificación para paralizar la ciudad. El martes y miércoles mataron a dos taxistas. Fruto del reclamo por mayor seguridad hubo paro de taxis. El jueves a la tarde atacaron a balazos a un colectivo de la línea K, que se encuentra en grave estado tras recibir un disparo en la cabeza. Como consecuencia de este intento de homicidio, el gremio de la UTA dispuso un paro que se extiende hasta este domingo. Los gremios y las cámaras que agrupan a las estaciones de servicio dispusieron una medida de fuerza, tras el crimen del playero. Los grupos criminales dejaron sin transporte público a la ciudad y es probable que se resiente la venta de combustible.
En un comunicado conjunto, la Cámara de Estaciones de Servicios (Cesgar) y el Sindicato de Obreros de Estaciones de Servicio (SOESGPYLA) declararon que la jornada de duelo este domingo de 14 a 22 “por los graves hechos ocurridos en la noche de este sábado con un empleado de una estación de servicio”. Los dueños de estaciones y el sindicato de empleados además anunciaron una protesta que irá desde las 22 de este domingo hasta las 6 de mañana, pero que puede extenderse.
Captura de una de las cámaras de seguridad que muestra parte del rostro del sicario.