A 13 años de la muerte de Raúl Alfonsín: los hitos del primer gobierno democrático tras la dictadura
Aun con los desaciertos y los inconvenientes que tuvo el gobierno de Raúl Alfonsín en materia económica, la historia lo ubica como una de sus máximas figuras políticas porque su rol fue fundamental en el sostenimiento de una democracia que en diciembre de 1983 era tan entusiasta y necesaria como débil.
Fue el primer gobierno democrático tras la dictadura que condujo al país entre 1976 y 1983, y la cintura política y la personalidad de Raúl Alfonsín resultaron clave para la consolidación del estado de derecho. Sin dudas que ése, en sí mismo, fue el principal hito del gobierno del líder radical y que le será reconocido por siempre en cada aniversario de su muerte como también en cada 10 de diciembre, día en el que asumió la presidencia de la Nación.
Pero su gobierno no fue solo sostener la democracia sino que durante su mandato hubo hechos salientes e históricos que también dejaron sus marcas en la gestión del histórico dirigente radical, del que se recuerda su fallecimiento ocurrido el 31 de marzo de 2009.
La creación de la Conadep y el juicio a las Juntas Militares
Fue una de sus promesas de campaña: investigar y hacer justicia con los responsables de la dictadura que había asaltado el poder en 1976 y gobernó casi siete años apelando al terrorismo de Estado y constantes violaciones a los derechos humanos.
El Estado democrático tenía que hacer un aporte central a la investigación y Alfonsín creó la llamada Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep). El escritor Ernesto Sábato fue elegido como su presidente y durante casi un año de intenso trabajo, esta Comisión se encargó de hacer un relevamiento de todas las denuncias que había contra los militares, documentándolas
Esa documentación incluía, lógicamente, pruebas que permitieron dejar registrados los casos, dándoles así una entidad a los desaparecidos que nunca habían sido blanqueados por los militares. Como penosamente alguna vez explicó Videla cuando era presidente, “el desaparecido es una incógnita, no está ni vivo ni muerto, está desaparecido”.
El 20 de septiembre de 1984, Sábato le entregó en mano a Alfonsín la investigación escrita que había recopilado, con material probatorio, unos nueve mil casos de desapariciones. El título de ese trabajo fue “Nunca más” y sirvió para el juicio a las Juntas que comenzó en abril de 1985.
Aquel proceso oral y público es, posiblemente, el punto máximo del gobierno de Alfonsín, con un fuerte impacto mundial, dado que no fue llevado a cabo por un Tribunal militar sino por un Tribunal civil. El mismo día en que creó la Conadep (15 de diciembre de 1983), firmó los decretos que ordenaron el juicio contra los miembros de las Juntas y derogó la ley de autoamnistía.
El juicio duró 17 semanas y finalizó con las condenas a reclusión perpetua para Jorge Rafael Videla y Eduardo Massera a reclusión perpetua, 17 años para Roberto Viola, ocho para Armando Lambruschini y cuatro para Ramón Agosti.
Ley de divorcio
Con la Iglesia Católica y buena parte de la sociedad parada de la vereda de enfrente, Alfonsín impulsó y el Congreso aprobó la Ley de Divorcio vincular. El proyecto había comenzado a tratarse en 1986 y finalmente en junio de 1987 se terminó convirtiendo en ley.
Antes, claro, hubo muchísima resistencia, con fuertes manifestaciones públicas que argumentaban “defender a la familia”. De acuerdo a las estimaciones, para el momento en que se comenzó a tratar el proyecto, el 10% de la población en la Argentina estaba en una situación matrimonial de separación y muchas de estas personas tenía nuevas parejas, con las que convivían, pero sin poder casarse legalmente.
Patria potestad compartida
En el acto de cierre de campaña, Alfonsín calificó a la sociedad “anticuada y machista” que no le daba a la mujer el lugar que le correspondía y ni siquiera le permitía compartir la patria potestad con el hombre.
La patria potestad compartida fue una ley que en la Argentina tuvo vaivenes. Se estableció durante el gobierno de Juan Domingo Perón, en 1949 y derogada por los militares en 1956 (la Revolución Libertadora que derrocó al gobierno peronista en el 55). En 1974, nuevamente con un gobierno justicialista, la ley volvió a ser aprobada por el Congreso pero fue vetada por el Ejecutivo (a cargo de María Estela Martínez de Perón).
A través de la Ley 23.264, el gobierno de Alfonsín le otorgó a la mujer el derecho de poder decidir respecto a sus hijos en igualdad de condiciones con el hombre.
Puntapié inicial al Mercosur
Si bien formalmente el Mercosur quedó constituido en 1991, Alfonsín, dio el puntapié inicial con este tema. Desde que asumió, propuso alianzas estratégicas con Uruguay, Paraguay y Brasil. Además, generando un diálogo fluido con estos países vecinos, buscó que la región actuara como bloque para poder hacerse más fuerte a la hora de negociar con otros mercados