Día de la Virgen de San Nicolás: la historia de la aparición que desde 1983 atrae miles de fieles
Cada 25 de septiembre llegan peregrinos de distintas partes del país, y también de países limítrofes a venerar a la Virgen María, bajo el título de María del Rosario de San Nicolás, una advocación mariana tan popular que congregó cientos de miles de personas mucho antes de que fuera aprobada por la Iglesia Católica.
Desde 1983, todos los 25 de septiembre, la ciudad de san Nicolás de los Arroyos se transforma en lugar de peregrinación de cientos de miles de personas, quienes van a venerar a la Virgen María bajo el título de “María del Rosario de San Nicolás”. Tan popular es dicha devoción que aún sin estar plenamente aprobada por la Iglesia católica, que en 2013, al cumplirse los 30 años de su aparición llegaron a la ciudad 500.000 personas.
Ésta advocación deviene de una aparición mariana que recibió Gladys Motta y fue aprobada por la Iglesia en un decreto firmado el 22 de mayo de 2016 por Monseñor Héctor Cardelli, obispo de San Nicolás, como leeremos más adelante en esta nota.
Pero la ciudad de San Nicolás de los Arroyos, no debe su creación a la aparición mariana, como sí lo fue la ciudad de Luján que creció y prosperó en torno al santuario y la Virgen; sino que acá es justamente al revés: la aparición tomará el nombre de la ciudad.
La ciudad de San Nicolás fue fundada el 14 de abril de 1748 por Rafael de Aguiar, quien regenteaba varias leguas de tierra en ese territorio. Luego su dominio fue ampliado por legado testamentario de su suegro Francisco Miguel de Ugarte, fallecido el 14 de abril de 1746 para su esposa Juana Paulina Ugarte.
Las 9 manzanas fundacionales fueron diagramadas en el sector comprendido por las actuales calles Juan B. Justo, Colón-Aguiar, León Guruciaga; y Avenidas Moreno-Savio. Esta demarcación se realizó a partir del gran ombú de López, que se ubicaba en la actual avenida Falcón y calle Colón y el primer nombre del poblado fue ciudad de “San Nicolás de Bari y de los Arroyos”, clara alusión a la cantidad de arroyos que atravesaban los campos y la marcada devoción que tenía a ese santo el fundador. Fue pensada para dar protección frente a los malones que azotaban esa región, fomentar el comercio (sobre todo fluvial) y el cultivo y la ganadería.
Sus cuatro hijos recibieron las parcelas principales de la nueva demarcación de la ciudad. Pero la denominación del nuevo pueblo generó un gran conflicto jurídico, sobre todo con la familia Arias y el fundador. Loa Arias querían poner al nuevo pueblo el nombre de “San Vicente” en reconocimiento a una capilla dedicada a san Vicente Ferrer que se encontraba en estos parajes. El conflicto llegó hasta audiencia de Chuquisaca, luego a las Cortes y más tarde al consejo de Indias quien le dio la razón a Rafael de Aguiar.
Una vez concluido el litigio se construyó el 1755 el primer templo dedicado a san Nicolás. Rafael de Aguiar falleció en 1758 y su esposa en 1759. El 1ro de enero de 1766, Simón González vecino noble y principal, fue nombrado por el cabildo de la ciudad de la Santísima Trinidad (actual Buenos Aires) como la primera autoridad del nuevo partido con el objetivo de impartir justicia y resolver problemas menores.
En 1770 el partido de San Nicolás albergó cerca de mil habitantes repartidos en la ciudad y en varias estancias y también mucho ganado; pero seguirá dependiendo siempre del cabildo de la ciudad de la Santísima Trinidad.
El primer cuartel militar de la región se organizó en 1780 y contó con una plana mayor de siete entre capitanes, tenientes y alférez, catorce sargentos, veintiocho cabos y trescientos veintiocho soldados.
Su estratégica ubicación en el centro de la actual provincia de Buenos Aires, a tan solo 70 kilómetros de Rosario y a 230 km de la Ciudad de Buenos Aires con el rio como vía de navegación y esparcimiento, poco a poco fue convirtiendo a la ciudad en un polo más que atractivo. Mientras en la primera década del siglo XIX, San Nicolás de los Arroyos tenía aproximadamente 4.200 habitantes, 50 años más tarde alcanzaría los 9.000 pobladores, de los cuales 2.000 vivían en las zonas rurales.
El 23 de noviembre de 1819, el gobierno le otorgó a la ciudad el privilegio de poseer un cabildo, que estaba donde hoy se encuentra el edificio de la municipalidad.
El 31 de mayo de 1852 se reunieron en esa localidad representantes de catorce provincias argentinas para redactar dieciocho artículos para sentar las bases de la organización nacional y fue el precedente de la constitución Argentina redactada en 1853. El pacto firmado en San Nicolás figura como uno de los «pactos preexistentes» mencionados en el preámbulo de la constitución nacional. A este evento se lo denominó “Acuerdo de san Nicolás” y participaron de dicho plenario: Justo José de Urquiza (Provincia de Entre Ríos) y también por la Provincia de Catamarca; Vicente López y Planes, (por Buenos Aires); Benjamín Virasoro (Provincia de Corrientes); Domingo Crespo (Provincia de Santa Fe); Pedro Pascual Segura (Provincia de Mendoza); Nazario Benavidez (Provincia de San Juan); Pablo Lucero (Provincia de San Luis); Manuel Taboada (Provincia de Santiago del Estero); Celedonio Gutiérrez (Provincia de Tucumán); Manuel Vicente Bustos (Provincia de La Rioja). Luego las provincias de Salta, Jujuy y Córdoba firmaron su adhesión. La ciudad de Buenos Aires no ratificó el acuerdo lo que generaría la separación del estado de Buenos Aires del resto de la Confederación. Esta situación perduraría hasta 1860, tras la derrota militar de Bartolomé Mitre a manos de Urquiza, en la Batalla de Cepeda.
No obstante a la riquísima historia que presenta esta ciudad, muchos van por la Virgen pero hay que recordar que la imagen de la virgen de San Nicolás, no fue realizada exprofeso, sino que ya se encontraba en la iglesia matriz, más tarde convertida en catedral.
El templo que hoy observamos de la catedral de san Nicolás es el quinto dedicado a San Nicolás en la historia de la ciudad y su construcción insumió 29 años. La piedra fundamental se colocó el 31 de diciembre de 1855 y fue inaugurado el 26 de diciembre de 1884. Fue bendecido antes de ser concluido en su totalidad aún sin terminar las naves laterales pero sí la principal el 24 de diciembre de 1857 por el obispo Mariano José de Escalada. La construcción fue costeada por el Estado y algunos donantes. Pero el actual emplazamiento no fue el original del primitivo templo; los anteriores se encontraban donde hoy se levanta el edificio de los tribunales Pero en 1852 el templo fue destruido al volar el polvorín de la ciudad que se situaba en las adyacencias. Hasta el templo destruido habían existido tres capillas y dos templos de envergadura, cuyas fecha de inauguración fueron en los años 1740, 1755 y 1766 y luego un cuarto en 1780 que se mantuvo en pie hasta su destrucción en 1852.
Con motivo de inauguración del templo parroquial, en 1884, el papa León XIII bendijo una escultura de nuestra señora del Rosario para la iglesia matriz, que estuvo ubicada en diferentes lugares en el templo. En un altar lateral, luego en una peana cerca del presbiterio, y después durante una reforma del templo fue retirada y guardada, un tanto olvidada, en un depósito del campanario. Cuando Gladys relataba al padre Pérez como veía ella a la Virgen este recuerda la imagen que se guardaba en el campanario dado que coincidía con la descripción de la mujer. Entonces condujo a la vidente hasta el lugar quien reconoció inmediatamente la imagen de la aparición, aunque le faltaba una mano y el rosario. En ese momento se le apareció la Virgen María frente a la imagen y le dice: “Me tienen olvidada, pero he resurgido. Ponedme allí, porque me ves tal cual soy” y la imagen fue restaurada en primera instancia por Alicia Cowan.
El 3 de marzo de 1947 el papa Pio XII creó la diócesis de San Nicolás de los Arroyos y como asiento catedralicio será el templo parroquial de dicha ciudad. El 23 de octubre de 1954 tomó posesión el 1er. Obispo Mons. Silvino Martínez, quien era obispo auxiliar de Rosario. Pasó un año para tomar posesión, el 29 de octubre de 1955. El 21 de septiembre de 1959, Juan XXIII lo traslada a la diócesis de Rosario. El 2º obispo será Monseñor Francisco Juan Vénnera, que renunció por cuestiones de salud en 1966.
El 3er. obispo fue Monseñor Carlos Horacio Ponce de León, quien era obispo auxiliar de Salta. Tomó posesión el 18 de junio de 1966. Fue un gran luchador contra la dictadura cívico-militar instaurada en la Argentina desde 1976 hasta 1983. Se sostuvo que había sido asesinado en un complot por medio de un “accidente automovilístico”, en la RN 9 el 11 de julio de 1977 dado que estaba trasportando “material sensible” sobre casos de violaciones a los derechos humanos por parte del Proceso de Reorganización Nacional. A su muerte Pablo VI designó administrador apostólico de San Nicolás al obispo auxiliar de San Isidro, Monseñor Justo Oscar Laguna.
El 4º obispo Fortunato Antonio Rossi, quien era obispo diocesano de Venado Tuerto. Pablo VI, el 11 de noviembre de 1977, fue trasladado a San Nicolás. Tomó posesión el 2 de enero de 1978. El 5º obispo Domingo Salvador Castagna que hasta ese momento era obispo auxiliar de Buenos Aires. Juan Pablo II el 28 de agosto de 1984 lo traslada a esta sede. Tomó posesión el 20 de octubre de 1984. El 6º obispo Mario Luis Bautista Maulión fue obispo auxiliar de Rosario. Juan Pablo II, el 8 de mayo de 1995 fue traslado a esta sede. Tomó posesión el 9 de julio de ese mismo año.
El 7º obispo fue Héctor Sabatino Cardelli: obispo de Concordia. Juan Pablo II lo trasladó el 21 de febrero de 2004. Tomó posesión el 1 de mayo de 2004. Y fue él quien declaró que las apariciones de la Virgen eran ciertas y que no quitan ni agregan nada al dato revelado el las sagradas Escrituras por medio de en un decreto el 22 de mayo del 2016 que dice:
“En virtud de todo lo afirmado, y como obispo diocesano facultado para este tipo de pronunciamiento; motivado por un sentido de conciencia justa, decreto con certidumbre moral, buena intención y esperanza; cumpliendo los requisitos del discernimiento sugeridos por la santa sede; buscando la mayor gloria de Dios y el bien de nuestra Iglesia; invocando el nombre de Dios Altísimo, Padre, Hijo y Espíritu Santo, el nombre de María del Rosario de San Nicolás, el de su esposo San José, reconozco el carácter sobrenatural de los felices acontecimientos con los que Dios a través de su hija predilecta, Jesús por medio de su Santísima Madre, el Espíritu Santo por medio de su dilecta esposa, ha querido manifestarse amorosamente en nuestra diócesis”. Monseñor Cardelli fue quien volvió a coronar la imagen (dado que la corona original se había perdido) este evento ocurrió el 25 de mayo de 2009. El orfebre que realizó dicha corona fue Juan Carlos Pallarols quien explicó que trabajó 14 meses en estas piezas de plata con incrustaciones de oro para la Virgen y del Niño Jesús, confeccionadas gracias a las donaciones de medallas, anillos y otras joyas hechas por los devotos, y luego fundidos en un lingote que recibió la bendición del Papa Benedicto XVI. En noviembre del año 2012 las coronas tanto de la Virgen como del niño Jesús fueron robadas.
En noviembre de 2012 las coronas confeccionadas por Carlos Pallarols para la Virgen el niño Jesús, que estaban hechas en plata e incrustaciones de oro, fueron robadas.
En noviembre de 2012 las coronas confeccionadas por Carlos Pallarols para la Virgen el niño Jesús, que estaban hechas en plata e incrustaciones de oro, fueron robadas.
El 8° obispo, Hugo Norberto Santiago, sirvió previamente como obispo de la Diócesis de Santo Tomé. Tomó posesión el 11 de noviembre de 2016 que en marzo del 2017, explicó que: “luego de pedir una autorización al Vaticano, se dejarán de difundir los mensajes que la Virgen María le expresa a la creyente Gladys Motta”.
La catedral será el punto focal de la devoción a la virgen cuya imagen se ubicaba en la nave lateral de la iglesia catedral hasta que se comienza a construir un nuevo templo en el lugar denominado “el campito” a pocas cuadras del recinto catedralicio.
El santuario de Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás, se terminó de construir en su parte interna en 2014. Posee una capacidad para unas 9 mil personas de pie. Su piedra fundamental fue colocada en octubre de 1987 y dos años más tarde se habilitó provisoriamente para el culto la primera etapa esta incluyó un sector de la nave central, el cuerpo delantero sobre el nivel de la planta baja y la cripta anterior y posterior. En esa oportunidad quedó entronizada la imagen de Nuestra Señora Del Rosario, trasladada con gran solemnidad desde la catedral hasta el nuevo templo.
En febrero de 1990 se inició la segunda etapa, que comprendía el sector de la cúpula, de 27 metros de diámetro y compuesta por 64 gajos de hormigón armado dispuestos verticalmente. Exteriormente cuenta con placas de cobre colocadas en forma de bandejas individuales. Se puede admirar desde varios puntos de la ciudad y fue terminada en 1999. En tanto, el 1 de febrero de 2006 arrancó el techado del ábside y los extremos del crucero.
La Virgen del Rosario de San Nicolás, seguirá atrayendo a los fieles de Argentina y de países limítrofes y su mensaje de unidad y de concordia, hoy más que nuca deberá ser escuchado por todos aquellos que concurren a sus pies, y la mejor devoción que pueden tener para con la Virgen María, es poner en práctica lo que ella nos dice en los Evangelios: “Hagan todo lo que Jesús les dice…”