“Hay secretos”, canción infantil que ayudó a destapar un abuso en Zapala.
Un profesor de Zapala y un grupo infantil, fueron claves para que una joven pueda confesar que había sido violada. Una niña de 7 años llevó a su casa la canción que le hizo escuchar su maestro: “Hay secretos”.
Su hermana, adolescente, se sintió identificada, y pudo, por fin, ponerle voz al abuso sufrido: la violó S. C. un vecino. “Hay secretos livianitos que te llevan a volar y hay secretos tan pesados que no dejan respirar, no se tienen que guardar y los secretos que hacen mal”, dice un fragmento de la canción del grupo infantil Canticuénticos, la letra fue la llave que abrió un oscuro capitulo en una familia.
Una pequeña, sin saberlo, ayudó a su hermana más grande. Y a partir de ahí, otras niñas del barrio también dijeron su verdad. Hubo denuncia y el caso llegó a juicio, y el abusador fue condenado (a dos años de prisión). Carolina González, jueza de Garantías de Zapala, durante el veredicto puso play e hizo que el tema se escuchara allí. La familia, como cualquier otra, en un atardecer, como cualquier otro, se dispuso a ver la televisión, los adultos y los más pequeños, todos juntos. Cuando en el noticiero informaban de un tío abusador. “La más grande empieza a hablar sobre el tema y ahí en ese momento la más pequeña, muy pequeña, dice ‘yo sé que eso pasa, el profesor de música nos enseñó una canción sobre los secretos. Vamos a buscarla en el teléfono a ver cuál es’. Y la escuchan todas juntas”, sostuvo con emoción y un dejo de tristeza la magistrada a un medio gráfico.
Todos escuchaban atentamente la letra, y ahí, el rostro de una de sus hermanas, adolescente, se transformó por completo. Se levantó y se fue.
“La más grande percibe que algo había pasado y le insiste hasta que le contó”. A partir de ahí, todo cambió, no salían más a jugar a la vereda. “No las dejan salir porque hubo un problema con ese señor”, decían las otras vecinitas, apuntando la casa del violador, y ahí, la cadena fue sumando eslabones: “Yo también tuve ese problema. Cuando nos daba caramelos nos quería dar besos”. Este martes 30 de marzo, a S. C quién también incursionó en el periodismo “Mapuche” en Neuquén capital, fue considerado autor penalmente responsable del delito de abuso sexual por tres hechos, dos en forma continuada y tuvo como sentencia dos años de prisión por abuso sexual infantil.
Una canción, un profesor, una niña y una familia unida, fueron una suerte de “cadena por la verdad”, la escuela y la familia, fueron primordiales ante un estado ausente y poco justo. “No se tienen que guardar, los secretos que hacen mal, no se tienen que guardar los secretos que hacen mal. Ya no habrá que andar con miedo. Porque te voy a cuidar”.
"La más grande percibe que algo había pasado y le insiste hasta que le contó". A partir de ahí, todo cambió, no salían más a jugar a la vereda. "No las dejan salir porque hubo un problema con ese señor", decían las otras vecinitas, apuntando la casa del violador, y ahí, la cadena fue sumando eslabones: "Yo también tuve ese problema. Cuando nos daba caramelos nos quería dar besos". Este martes 30 de marzo, a S. C quién también incursionó en el periodismo "Mapuche" en Neuquén capital, fue considerado autor penalmente responsable del delito de abuso sexual por tres hechos, dos en forma continuada y tuvo como sentencia dos años de prisión por abuso sexual infantil. -https://www.youtube.com/watch?v=mPN484uZm2gUna canción, un profesor, una niña y una familia unida, fueron una suerte de "cadena por la verdad", la escuela y la familia, fueron primordiales ante un estado ausente y poco justo. "No se tienen que guardar, los secretos que hacen mal, no se tienen que guardar los secretos que hacen mal. Ya no habrá que andar con miedo. Porque te voy a cuidar".